Una solución elegante en tonos cálidos caracterizada por la puerta con forma de 37 grados que se convierte en tirador. Las dos islas dominan el centro de la escena, lo que permite a los huéspedes experimentar la convivencia sin sacrificar la comodidad.
La división por zonas garantiza estética y practicidad, desde la zona de pared para almacenamiento, pasando por la isla destinada a cocinar hasta la isla con snack top dedicada a la socialización.
La perfecta racionalización de los espacios internos de la cocina es fundamental para mantener todos los accesorios organizados y al alcance.
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